Fauna y Flora

viernes, 6 de mayo de 2011

Endemismos.

Endemismos Canarios(70)
Los endemismos palmeros corresponden a 43 especies, 9 subespecies, 6 variedades y 12 híbridos. Las especies introducidas y asilvestradas incluyen varias familias completas, tales como las tuneras, trebinas, moral y morera, etc.
Viola
Tunera

Otra tunera

Tunos

Tunos

Acebuche Canario
Falguera

Flores Masculinas de Palmeras

Lagrimas de Virgen endemico Canario

Nevadilla


Palmera

Palomera

Parolinia Filifolia

Parolinia intermedia

Parolinia ornata

Parolinia

Paronychia

Piricallis

Phagnalon

Trebinas

Trebinas

Aeonium

Argryrantemum

Atractylis

Cardus

Dryopteris

Endemismo

Greenovia

Palomera

Norsa

Morera
Morera


Otra Morera

Echium

Endemismo Hibrido

Erodium

Pterocephalus

Rupicapnos


Lagrimas de Virgen Endemico

Scolopendrium

Adenocarpus
Endemismos Canarios(70)

miércoles, 27 de abril de 2011

Invertebrados marinos de La Palma (2)

Cambiando de tercio, pasamos a considerar lo que podríamos llamar falsas plantas (en realidad se trata de animales de engañosa apariencia estática). La ortiguilla de mar (Anemonia sulcata), cuyo nombre subraya la confusión, es una anémona que despliega hasta 150 tentáculos pardo-verdosos, con las puntas de color rosado. Algo más llamativa, y la mayor en su género, es la Telmatactis cricoides , cuyos tonos pardo-anaranjados o fucsia-blanquecinos se ocultan entre cuevas y oquedades. En otro género totalmente distinto, el amarillo es el color de la Lophogorgia viminalis, que puede arrogarse el derecho a ser considerada como la más espectacular de las gorgonias. Y amarilla es también la Verongia aerophoba , digno representante de las esponjas en aguas canarias.
Finalmente, flotando a ras de superficie, destacamos dos especies de medusas. La fragata portuguesa (Physalia physalis) debe su nombre a su capacidad para desplegar una especie de vela que aprovecha para hacerse desplazar por el viento. Al igual que la espectacular medusa luminiscente (Pelagia noctiluca) , que brilla por la noche y tras las estelas de los barcos), se trata de una especie urticante. Claro que la irritación que producen es poca en comparación con la causada por el inclasificable gusano de fuego (Hermodice carunculata). Esta última es una especie tan espectacular como peligrosa, ya que su llamativa piel roja está salpicada de cerdas venenosas cuyo contacto con la piel es extremadamente doloroso. Afortunadamente se trata de un accidente muy poco común, ya que llega a vivir a cien metros de profundidad.

Invertebrados marinos de La Palma

INVERTEBRADOS
Antes de sumergirnos, quizá podamos echar un vistazo a algunos de los moluscos que ocupan la franja intermareal: burgados (Osilinus atratus), chirrimirris (Littorina striata) y lapas (Patella ssp.). Todas tienen un indiscutible interés gastronómico, aunque la sobreexplotación sufrida por algunas especies ha llevado al establecimiento de medidas de control, cuando no de prohibición, sobre su marisqueo. Un poco más abajo, en la zona sublitoral (la parte de la costa que queda siempre sumergida), es frecuente encontrar blanquizales . Estas áreas descoloridas son el producto de la voracidad del erizo de Lima (Diadema antillarum) una especie introducida contra la que luchan algas e invertebrados locales.
Si seguimos progresando en la vertical (hasta los 10 metros de profundidad) podemos encontrar ejemplares de la almeja canaria o Haliotis canariensis, cuya peculiar forma le ha ganado el sobrenombre de oreja de mar . La línea de orificios que adorna su concha es en realidad un mecanismo de emergencia, que le permite expulsar agua y agarrarse mejor a la roca en situaciones de peligro. En profundidades aún mayores se mueven la peineta (Pinna rudis, fácil de reconocer gracias a su nombre) y la muy peculiar porcelana (Luria lurida, de pulidísima concha pardo-anaranjada).

Vertebrados marinos de La Palma (2)

En cuanto a los peces de esqueleto cartilaginoso, empezaremos por nombrar al chucho negro (Taeniura grabata). De aspecto similar a un lenguado, aunque mucho mayor, pasa la mayor parte del tiempo enterrado en fondos de arena y fango. A pesar de su aspecto imponente, se trata de un animal sedentario, independiente y pacífico, que se alimenta exclusivamente de peces, crustáceos o mariscos. Tiene que verse muy acosado para hacer uso del aguijón venenoso en el que termina su cola. También cartilaginoso es el cazón (Mustelus mustelus) único tiburón presente en Canarias. A pesar de su amenazante silueta, resulta inofensivo para los humanos y se alimenta preferentemente de peces, cangrejos y moluscos.
Para terminar, seguimos en el terreno de los predadores con el afiladísimo pez trompeta (Aulostomus strigosus), que puede llegar a medir un metro y caza pequeños pececillos por succión. Resulta fácil de imaginar que, con semejante forma, se ha especializado en vivir entre las grietas, donde espera emboscado una oportunidad para atacar. Es un pez muy asustadizo, que tiende a parapetarse en cuevas o a buscar la protección de nuestro siguiente protagonista. Y por fin el emperador de los mares canarios, la pieza más codiciada por los pescadores: El mero (Epinephelus marginatus) puede llegar a alcanzar el metro y medio de largo y sobrepasa con facilidad los 20 kilos de peso. Además de por su gran valor culinario, destaca por su comportamiento territorial, solitario y sedentario. Desafortunadamente, la sobrepesca ha llevado a este magnífico animal al borde de la extinción en Canarias.
Fuera ya del reino de los peces, no podemos cerrar este capítulo sin mencionar a la entrañable tortuga boba (Caretta caretta). Es la visitante más frecuente de La Palma en su género, aunque sólo recala en nuestras costas de paso hacia sus lugares de desova en Cabo Verde. Se distingue por los cinco escudos dorsales de su caparazón, de tono marrón-anaranjado. Aunque su dieta varía según el tamaño, en general es un animal carnívoro, que utiliza sus fuertes mandíbulas para atrapar moluscos, cangrejos, peces y medusas. El Lugar de Interés Comunitario (LIC) de Fuencaliente obtuvo su declaración por su interés para la conservación de la tortuga boba, así como del mamífero con el que cerramos nuestro capítulo dedicado a la fauna marina. Naturalmente estamos hablando del delfín mular (Tursuips Tursiups). Juguetón y de hábitos costeros, mide alrededor de tres metros y medio y no es infrecuente encontrárselo al realizar actividades acuáticas.

Vertebrados marinos de La Palma

VERTEBRADOS
Uno de los peces más peculiares, pero también más difíciles de ver, es el caballito de mar. Hasta tal punto de que son pocos los que han logrado ver uno en libertad y menos aún los que están dispuestos a creerse que efectivamente sea un pez. El Hippocampus ramulosus, representante del género en La Palma , vive oculto entre las praderas de fanerógamas y algas marinas, bien camuflado gracias a la tonalidad de su piel y a sus apenas diez centímetros de largo. Es una especie que practica una paternidad responsable, ya que es el macho el que recibe los huevos de la hembra y se encarga de incubarlos hasta la eclosión.
Algo más clásica y desde luego mucho más llamativa es la silueta del pejeverde. Con sus colores chillones (verdes, rojos, azules y amarillos), el Thalassoma pavo pasa por ser una de las especies más abundantes de los fondos palmeros. Habita todo tipo de ambientes y no suele sobrepasar los 20 centímetros de largo. Si alguien puede discutirle su popularidad es acaso la vieja o Sparisoma cretense , otra de las especies emblemáticas de Canarias y muy apreciada por su valor culinario. Posee una mandíbula poderosa, similar al pico de un loro, que usa para ramonear las algas de los fondos rocosos en los que vive. Fundamentalmente herbívora es también la salema o Sarpa salpa , que suele moverse cerca de la orilla en bancos de hasta 50 individuos. El seifio o mojarra (Diplodus vulgaris) resulta otro gregario inconfundible, al que delata su perfil plateado con dos manchas oscuras transversales.
De un comportamiento totalmente opuesto es la cabrilla (Serranus atricauda), totalmente carnívora y que gusta de la soledad. Mide casi el doble que nuestro siguiente protagonista, de aspecto bastante menos agresivo. El macho del romero (Centrolabrus trutta) es conocido por su capacidad para construir grandes nidos con piedras y fragmentos de algas, donde acude la hembra para fijar sus huevos.

Fauna marina de La Palma